RICARDO RENDON

Formando Constelaciones


La gravedad, además de ser una de las cuatro fuerzas fundamentales del universo, es responsable de proporcionar el peso de los objetos en el espacio físico y de unificar toda la materia, por lo tanto incide en la conformación de planetas, estrellas y galaxias. En su más reciente proyecto, Formando Constelaciones, Ricardo Rendón centra su interés en la exploración de la fuerza gravitacional para crear una serie de ensambles e instalaciones de sitio específico que se manifiestan en continuo equilibrio y tensión; obras que suceden y actúan gracias a las fuerzas de la naturaleza y, en algunos casos, la intervención del público.

Materia, peso y gravedad se unifican para crear sutiles dibujos en el espacio que hacen alusión a dichas agrupaciones de estrellas evidentes en el cielo nocturno. El artista determina la posición de las esferas luminosas y las sitúa sobre las paredes de la sala –a manera de poleas y plomadas de bronce– y, como si se tratase de un mapa, las conecta entre sí usando cables de acero, cuyo carácter fino establece una analogía estética con aquellas líneas imaginarias que ocupamos para delimitar las constelaciones en la bóveda celeste.

Es mediante el proceso repetitivo de un gesto manual, equiparable con el acto de tejer, que se articulan las piezas que conforman la muestra, señalando la presencia del vacío y la tensión de los cables, dando un sutil equilibrio a las poleas y estableciendo la dirección vertical de las plomadas –en un gesto que orienta nuestra mirada hacia la tierra–. Así, Andrómeda M31, Doble Equilibrio y Zona de Concentración diagraman un territorio supuesto, en el que se busca entender el balance, la tensión y la gravedad, estados y fuerzas ligadas no solo a los dibujos escultóricos que aquí se presentan, sino también a un universo que abarca la totalidad del espacio y el tiempo.